Autoestima: ahora que sé lo que valgo

Mariposa y chica de fondo, Foto de Javivi, picabejero en redes

Me ha costado muchas lágrimas, gritos, enfados, noches, sesiones, amigos y amores, saber cuánto valgo. Aprender a no arrastrarme, a mendigar cariño, a intentar encajar donde, simplemente, no debía estar.

Por ello, no vuelvo a aceptar migajas de un amor que no es amor, de una amistad que, en realidad, no es amistad. Ahora que sé lo que valgo, no acepto menos de lo que merezco.

Me siento fuerte como el mar, imparable como una tormenta, me siento invencible. Ahora, sé que nada ni nadie podría acabar conmigo.

He tenido que caer a un pozo y seguir excavando en el suelo para reparar las grietas desde el fondo de mis cimientos. Reparando todas las grietas que me hacían caer y recaer, he conseguido volver a ascender, atreviéndome a ser la persona que siempre quise ser (que era en realidad).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *