Cuando escuchamos la palabra minimalismo, lo primero que nos viene a la cabeza suele ser ordenar y vaciar el armario o la casa al estilo Marie Kondo. Sin embargo, el minimalismo va mucho más allá de lo material. Es un estilo de vida que invita a centrarse en lo esencial, tanto en lo exterior como en lo interior.
En este post te cuento cómo sería un estilo de vida minimalista, basado en mi experiencia personal intentando vivir de manera más consciente.
Lo esencial: descubrir lo qué realmente importa
Hace unos años, cuando empecé a interesarme por el minimalismo, escuchaba mucho sobre centrarse en lo esencial, como decía Adri Coines de Minimalistamente. Y me preguntaba: vale, ¿pero qué es lo esencial para mí?
Nos pasamos días, semanas y meses ocupados con lo urgente, sin dedicar tiempo a lo verdaderamente importante. No siempre sabemos qué nos aporta valor:
¿El trabajo, la casa, el coche, el dinero?
¿O la familia, los amigos, cuidarnos a nosotras mismas?
Todos sabemos que la familia, los amigos y la salud son importantes, pero a veces mantenemos relaciones o hábitos que no nos benefician.
Mi consejo es claro: reflexiona, conócete y descubre qué te hace feliz de verdad, no una felicidad pasajera como un bolso o un televisor, o una salida de fiesta que al día siguiente te devuelve a tu realidad, sino aquello que verdaderamente te aporta paz interior.
Estilo de vida minimalista: interior y exterior
Un estilo de vida minimalista se centra en lo importante en todas las áreas de nuestra vida. Lo habitual es empezar por el exterior, ordenando nuestra casa, y poco a poco trabajar en el interior: nuestras emociones, pensamientos y tiempo.
Ordenar tu entorno facilita claridad mental y emocional, y te prepara para tomar decisiones conscientes sobre lo que quieres conservar en tu vida.
El minimalismo no es un proyecto de fin de semana, es un camino gradual que se aprende y mejora con la práctica. Y no consiste en deshacerse de todo, solo de lo que no suma y no aporta felicidad.
Primeros pasos para empezar a vivir de forma más minimalista
Para dar los primeros pasos, no hace falta hacer grandes cambios. Aquí van algunas ideas que a mí me han funcionado estos años:
Reflexiona sobre tus prioridades
Hazte preguntas como: ¿Qué me aporta valor? ¿Qué me hace feliz de verdad?
Empieza con lo tangible
Ordenar tu casa, armario, cocina o escritorio te ayuda a visualizar el cambio y a sentir control sobre tu entorno
Observa tus hábitos y relaciones
Analiza cómo empleas tu tiempo y con quién lo compartes. Mantén solo a quién te aporta valor (ya sea emocional, social, etc) y aprende a decir “no” cuando no estés cómoda o no encaje contigo
Pequeños cambios diarios
Retoma aficiones, reduce el consumo de redes y televisión, y practica conciencia plena (mindfulness) para vivir cada momento con atención y gratitud
✨El ejercicio de esta semana consiste en identificar un área de tu vida donde puedas simplificar y dar el primer paso. Puede ser ordenar un cajón, dejar de seguir cuentas que no aportan o dedicar tiempo a algo que te haga feliz (sin necesidad de producir)
Reflexión final
El minimalismo es un proceso gradual. No se trata de hacer una limpieza de armario y listo: es una carrera de fondo que transforma tu relación con lo material, tu mente y tu tiempo.
En el siguiente post profundizaremos en el minimalismo material: Ordenar tu espacio y simplificar tu armario
El minimalismo no consiste en vivir menos, sino mejor🌿
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